El que yo esté sentado delante en el barco, tiene en verdad una especial intención; no se ha hecho sin motivo. Confío en mi biblioteca. De libros tengo gran tesoro, aunque en ellos entiendo muy pocas palabras, y los tengo en tal veneración, que hasta los defiendo de las moscas. Donde se habla de ciencias, digo yo: en casa las tengo yo muy bien. Me contento con ver muchos libros ante mi. El rey Ptolomeo se procuró todos los libros del mundo y consideró esto un gran tesoro; mas no encontró la doctrina verdadera ni pudo instruirse con ella. Yo tengo asimismo muchos libros, pero leo poquísimo en ellos. ¿A qué iba a querer romperme la cabeza y agobiarme completamente bajo el peso del saber? Quién mucho estudia se vuelve fantasioso. Yo me tengo, no obstante, por un señor y pago a uno que aprende para mí. Cierto que poseo una mente tosca, pero cuando estoy con sabios, puedo decir ita "si". Contento estoy de pertenecer a la orden del alemán, pues sé muy poco latín; sé que vinum significa "vino", glucklus "cuco", stultus "Necio", y que yo me llamo domine doctor. Tengo las orejas ocultas, pues, de otro modo, se vería pronto la acémila del molinero.
Ilustración: Un profesor con capucha y gorro de necio, está sentado en su cátedra, rodeado de libros, y espanta con un plumero las moscas de un libro abierto.