viernes, 7 de diciembre de 2007

De las nuevas modas

Quien muchas nuevas modas lleva por el país, causa gran indignación y escándalo y toma al necio de la mano.


Lo que antaño era cosa escandalosa, se tiene hogaño por pequeño y fútil. Un honor era antes llevar barba; ahora han aprendido los hombres el modo propio de las mujeres, y se maquillan con grasa de nono y desnudan su cuello, rodeándolo de muchos collares y de grandes cadenas, como si estuvieran ante San Leonardo. Con azufre y resina se rizan el cabello, dentro se bate despúes clara de huevo, de suerte que quede ondulado en la cestilla. Éste cuelga la cabeza fuera de la ventana, ése se pone rubio el pelo al sol y al fuego: debajo los piojos no son caros. Se podrían encontrar ahora bien en el mundo, pues todas las ropas están llenas de arrugas: vestidos, abrigos, camisas, pecheras, zapatillas, botas, pantalones, zapatos, capas de piel, abrigos, orlas; la costumbre judía se quiere cultivar. Un moda deja paso rápidamente a la otra; eso muestra que nuestro ánimo es liviano y mudadizo a toda clase de escándalos. Muchas modas nuevas hay hoy en el país. Vestidos escandalosamente cortos y escotados, que apenas cubren el ombligo. ¡Ay, desonra de la nación alemana! Lo que la naturaleza quiere ocultar, se desnuda y se deja ver. Por ello, lamentablemente, las cosas van mal y pasarán pronto a peor. ¡Ay de aquel que dé motivo de escándalo! ¡Ay de aquel también que no castigue ese escándalo!. Recibirá en recompensa lo que no espera.


Ilustración: Un necio (Uly von Stauffen) muestra un espejo a otro necio más joven, ataviado a la última moda, quien se mira en él complacido. Abajo aparece 1494 (Año de la primera edición). Arriba se lee en una cinta "Uly von Stouffen" ("Fresco y contrahecho")