lunes, 25 de febrero de 2008

No proveerse a tiempo

Quien no sabe mover la horca del heno en verano, ha de sufrir penurias en invierno y contemplar a menudo el baile del oso.

Se encuentra mucho hombre despreciado, que es tan haragán, que nunca se apresta a realizar lo que ha empezado. Nada dispone a tiempo, nada guarda durante la noche, pues es tan indolente, que no piensa en lo que le falta y en lo que ha de tener en caso de necesidad. Cuando ésta le sobreviene, no piensa más lejos, a todas horas, que desde la nariz a la boca. A quien sabe recolectar en verano para poder pasar el invierno, le llamo yo un hombre sabio; mas el que en verano no quiere hacer otra cosa que dormir todo el tiempo al sol, ha de tener provisiones previamente acopiadas, o mal se las arreglará en el invierno, y tendrá que chupar mucho de las garras hasta vencer el hambre. Quien no hace heno en verano, anda a voces en invierno; tiene sólo una cuerda liada y grita que se le venda heno. El perezoso ara de mal agrado en invierno, y en el verano se alimenta mendigando, y tiene que soportar tiempos difíciles: pide mucho y recibe poco.
¡Aprende, necio, y hazte como la hormiga! Abastécete en el buen tiempo, para que no tengas que sufrir penurias cuando otras gentes van en pos de su alegría.

Ilustración: Un necio andrajoso, sin zapatos y con una cuerda en el brazo, apunta gritando hacia un montón de heno. Un oso, medio escondido, se chupa las garras. Hormigas y abejas completan el conjunto.